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Recientemente, se presentó un caso grave de violación de la confidencialidad en un asunto de índole médica en la península ibérica.
El Servicio Cántabro de Salud cometió una severa falta con relación a lo establecido en la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), al exhibir en un tablón de anuncios instalado en el Centro de Salud de Santoña, información personal de varias personas que habían sido atendidas por problemas de farmacodependencia en esa institución clínica.
La reacción de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) no se ha hecho esperar puesto que ha procurado ejercer lo estipulado en la LOPD hasta las últimas consecuencias, en contra de los responsables de la falta.
Descuido considerable
Los pacientes cuya confidencialidad fue quebrantada seguían un tratamiento de metadona.
Precisamente la sentencia que decidió la culpabilidad del Servicio Cántabro de Salud pone punto final a una polémica gestada hace cuatro años, cuando comenzó la utilización de este medicamento en el mencionado instituto clínico.
Los datos expuestos indebidamente en el tablón de anuncios incluían la filiación y el detalle del tratamiento seguido por varias personas con problemas de farmacodependencia.
Fueron algunos integrantes del colegio profesional quienes denunciaron el problema ante la AEPD.
Falta de ética
Los funcionarios de la AEPD coincidieron en que el Servicio Cántabro de Salud había cometido una falta lamentable al violentar el deber de secrecía que se menciona en el artículo décimo de la LOPD.
En total, cinco personas fueron perjudicadas grandemente con esa exhibición improcedente de sus tratamientos clínicos. La información permaneció desplegada en el tablón durante una semana sin que los médicos, sabiendo la improcedencia de tal eventualidad, hicieran nada al respecto.
Llamada de atención
La entidad responsable no recibió otra penalización que una intensa reprimenda. Y es que la ley impide que la AEPD pueda multar a una administración pública, lo que contrasta con los castigos económicos que reciben las instituciones privadas infractoras que a veces han alcanzado los 600, 000 euros.
Sin embargo, el Servicio Cántabro de Salud fue instado a que regularizara los procedimientos y manejos de los archivos documentales que tiene bajo su resguardo a fin de evitar definitivamente que se repitiera esta grave falta.
Este caso nos deja ver el riesgo permanente que corre la confidencialidad de todos los ciudadanos y la importancia que tiene la AEPD al ejercer convenientemente la LOPD en cada caso que se presenta.
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