Los negocios marchan mejor si se los piensa a fondo antes de desarrollarlos. La visión de las grandes transacciones logradas al calor de las corazonadas y de las intuiciones, de la competencia vertiginosa y de las pugnas heroicas es parte de una perspectiva romántica del ámbito de las empresas que ya no tiene fundamento ni vigencia plausible.
Hoy en día lo que cuenta es la base y la justificación, teórica y pragmática, que sostenga cualquier tipo de movimiento empresarial. Ciertas opiniones y estrategias son de suma valía para conseguir tal fundamentación. Conozcamos algunas de ellas y de su posible relación con la destrucción documental.
El presente porvenir de las empresas
Peter Drucker fue un importante autor de libros relacionados con la gestión organizacional y la administración de empresas. Una de sus observaciones más brillantes explicaba que la planificación vista a largo plazo no debe estar encaminada en pensar decisiones futuras, sino más bien en el porvenir inmediato de las decisiones tomadas en el momento presente. De acuerdo a este parecer de Drucker, se puede establecer que aquellos mecanismos que propician un buen manejo interno empresarial, como la destrucción de documentos obsoletos, sean sumamente valiosos tanto para consolidar proyectos productivos mediatos, como aquellos otros que brindan resultados inmediatos. Lo importante es la base de un plan de producción y no tanto los alcances a futuro del mismo.
Visión y competitividad
Para el llamado gurú de los negocios, Tom Peters, existen dos caminos para superar a los competidores en el ámbito de las empresas. La primera es preocuparse por los clientes, y la segunda se refiere a innovar con efectividad. Siguiendo esta breve reflexión desarrollada por uno de los más avezados conocedores de los movimientos de las empresas en el mundo actual, se pueden establecer algunas interesantes observaciones. Para poder ser competitivos se debe ponderar a la clientela, tanto a la interna como a la externa. Lo cual nos señala que, de inicio, el rival a vencer para una empresa es su propia organización en su estado actual. Posteriormente llega la innovación, que no es sino la vía por medio de la cual una entidad productiva supera sus propios alcances, es decir, se moviliza hacia el progreso. Tanto en el primer momento enfocado a la prestación del mejor servicio posible a los clientes, como en el segundo, en la implementación de diversos modelos para su aprovechamiento, una empresa puede hallar una herramienta indispensable en la destrucción responsable de archivos documentales, por su gran capacidad depurativa y optimizadora.