Para poder construir algo nunca se puede partir de cero. Los cimientos de cualquier estructura deben sostenerse en una base bien asentada, es decir, en construcciones anteriores que fueron superadas por el tiempo o por las circunstancias.
En el caso de la destrucción documental no hay excepción: más que una labor negativa es una vía de adecuación de procesos, una preparación para implementar nuevas estrategias para llegar al desarrollo.
La destrucción de archivos es una herramienta de renovación, una propedéutica para alcanzar la máxima productividad.
Desandar para avanzar
Cuando se presenta un error en una red de actividades administrativas, frecuentemente tiene consecuencias que perjudican a toda la estructura organizacional.
Después, cuando llega el tiempo de solucionar el percance, es común que tal labor requiera de un esfuerzo extraordinario que consume recursos y tiempo excesivo.
Las equivocaciones requieren ser solventadas obligatoriamente. Sin embargo, existe una vía para poder prevenir faltas y equivocaciones y evitar la difícil tarea de corregirlas.
La depuración de archivos, parte esencial de la destrucción de documentación obsoleta, es precisamente una vía alternativa para desandar el camino, deconstruyendo un proceso, para comprender como ha derivado en una situación conflictiva y evitar así volver a caer en ese mismo fallo.
Los mejores elementos
La destrucción de archivos documentales tiene en el mecanismo que la constituye un valioso procedimiento de evaluación de personal. En una empresa, se cometen una serie de desajustes, errores costosos que no se sabe a ciencia cierta cómo se producen hasta que ya es demasiado tarde para poder corregirlos.
Si se inspecciona con detenimiento, podrá hacerse evidente que uno o unos cuantos empleados son los que repiten en ese tipo de desaciertos. La destrucción de archivos, además de proporcionar una serie de beneficios relacionados con la optimización de procedimientos, también logra elevar el rendimiento de los recursos humanos de una firma, al hacer patente que elementos no cumplen con los estándares de calidad que se precisan.
Vía de modernización
La digitalización abre perspectivas inéditas de progreso para una compañía. Dar el gran paso de las labores tradicionales de gestión al de la modernidad y la tecnología de vanguardia, no es tan fácil como parece ni tan complicado como aparenta. Pero es la ruta que todas las firmas exitosas han transitado, ese visualizar en un futuro todas las posibilidades de desarrollo, desplegadas sin límite alguno, orientadas por completo hacia la excelencia.