Uno de los varios aspectos positivos que se han derivado de la implementación de la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), es la estricta conminación que ha hecho a las diferentes organizaciones y entidades productivas para que tengan perfectamente ordenados los datos bajo su resguardo.
Habiéndose creado en realidad hace poco tiempo, ‘La Ley Orgánica de Protección de Datos’ (LOPD) ha logrado constituirse como una herramienta indispensable para la defensa de la privacidad en el entorno de la sociedad española contemporánea.
La mejor manera de proteger datos confidenciales no se encuentra en sofisticados medios de encriptación o en cajas fuertes.
Recientemente, se presentó un caso grave de violación de la confidencialidad en un asunto de índole médica en la península ibérica.
La relevancia que tiene la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) para hacer respetar la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) va más allá de lo que se comprende de manera habitual.
Cada firma se caracteriza por ciertas circunstancias que no pueden ser identificadas en otra. Eso es lo que sucede en el caso de las personas. Lo que distingue, tanto a los seres humanos como a las entidades productivas, es el carácter del autor o de los padres, de acuerdo a la carga genética que los defina.
A fin de comprender la real importancia que tiene la destrucción de archivos documentales, conviene contemplar, desde un punto de vista global, la mecánica de sus procesos y los alcances de sus notables beneficios para las empresas e instituciones diversas