Una valiosa campaña

Por lo tanto, las esperanzas pueden ser individuales pero la realización de cada una implica una colaboración masiva. De esta manera, las individualidades concretas se difuminan ante la perspectiva de lo posible.

La protección del medio ambiente es una de estas ideas rectoras del imaginario social que tiene una importancia enorme, no sólo para sostener una comunidad, sino incluso para la existencia de todos los seres vivos. Afortunadamente parece que ya se tiene conciencia de esta circunstancia y una reciente campaña a favor del papel como materia biodegradable nos da fe de ello.

Para no dañar

Un grave problema que ha venido aquejando no solamente a España, sino al mundo entero, es el de los desperdicios no biodegradables, en especial el de las comunes pero tan dañinas bolsas de plástico.
Es sorprendente pensar el daño tan grave que pueden ocasionar objetos tan cotidianos y aparentemente inofensivos. Los materiales con los que están construidas las bolsas de plástico imposibilitan su degradación por los procesos habituales de la naturaleza. Es por eso que iniciativas como la campaña denominada” labolsadepapel” tiene un gran mérito, en el sentido de que busca proteger la ecología de una manera que implica la unión de miles de personas.

Para poder crecer

Esta voluntad de mejorar el mundo exterior, el de los ecosistemas y el clima natural del planeta, y al mismo tiempo el interior, el de la conciencia de lo humano, con todos los valores que lo instauran y la responsabilidad que le corresponde, esa dualidad positiva y vital es lo que más se pondera de ”labolsadepapel”.

Pero la trascendencia de este tipo de movimientos va más allá todavía: es de sobra reconocido el liderazgo continental que tiene España en el reciclaje de papel. El papel es un material enteramente reutilizable y noble.

La utilización de bolsas de papel puede significar una gran ayuda para proteger al mundo del cambio climático. España tiene la oportunidad de orientar al planeta entero, dando un ejemplo de solidaridad y madurez por medio de la difusión de una cultura del reciclaje y las buenas costumbres ambientales. Todo es cuestión de vivir de verdad y en un mundo siempre vivo.